domingo, 5 de marzo de 2017

Intenciones...


 
    No era la primera vez que lo intetaba, había fallado tantas veces, que ni ella estaba segura de si esa era la definitiva. Se privó de tantas cosas para lograr su objetivo, que a veces hasta dudaba de si merecería la pena seguir adelante. Quizás, sea otro fracaso más, o quizás no. Ella misma se preguntaba y se contestaba a la vez. Algunos la animaban, otros la empujaban hacia la más oscura de las dudas. Y ahí estaba ella, con su ímpetu inquebrantable, esquivando las dudas que por días le surgían de si seguir o no adelante, de si plantarse o no en ese instante. 
El día que lo logró, perdió la cuenta del tiempo que llevaba intentándolo, pero, lo que en ese momento pensaba era que lo había conseguido, que su esfuerzo había merecido la pena. Estaba orgullosa por no haberse plantado en mitad del camino, con lo fácil que hubiera sido. Y aunque ese día todo eran aplausos, también recordaba las palabras de aquellos que intentaron hundirla en el camino. Todo aquello le sirvió para fortalecerse, de lo bueno y de lo malo, y creció como persona sin obsesionarse con su objetivo. Solo eso la salvó para afrontar los días.

MORALEJA: Todo el mundo es muy buen consejero sin ponerse en tu piel. Todos aconsejan sin haber pasado por la experiencia. Y todos dirán: - Te lo dije - y se atribuirán tus logros. No te fíes de los aduladores, ni confíes en aquellos que siempre te den la razón. Escucha, observa y haz lo que creas mejor. Si te equivocas asúmelo, levántate, sacúdete y vuelta a empezar. Que de todos los intentos aprenderás. No te creas nunca ni sólo, ni débil.
Como dice un dicho muy famoso: Si te equivocas, enhorabuena, es porque lo estás intentando. 

Un abrazo a todos aquellos que se enfrentan a su objetivo día a día, sea lo que sea !!!

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