jueves, 29 de enero de 2015

El arte del Kintsugi ...

     "Cuando los japoneses reparan objetos rotos, enaltecen la zona dañada rellenando las grietas con oro. Es el arte del Kintsugi. Ellos creen que cuando algo ha sufrido un daño y tiene una historia, se vuelve más hermoso. El resultado es que la cerámica no sólo queda reparada sino que es aún más fuerte que la original. En lugar de tratar de ocultar los defectos y grietas, estos se acentúan y celebran, ya que ahora se han convertido en la parte más fuerte de la pieza.
Esto mismo se asemeja a las personas,todo daño recibido o dado se repara con amor, que nos fortalece, engrandece y enseña, son dignas de llevarse en alto". ( Lucía Tao )

No debiéramos olvidar este arte , puesto que aunque siempre intentamos disimular nuestras grietas, tarde o temprano se acaban abriendo por algún lado. Tod@s tenemos alguna y no son fáciles de disimular. Pero cuando lo conseguimos, se convierte en la cicatriz más querida , porque, solo con verla nos recuerda que pasó y su enseñanza nos acompañará de por vida. Así que, dejemos de ocultar las heridas y defectos y aprendamos a reparalos con mucho amor ...

domingo, 18 de enero de 2015

Un lugar llamado Sevilla...

Vista de la Catedral desde el Postigo
     Todos los días paso por el mismo lugar y no me paro a contemplar las maravillas que se alzan ante mis ojos. Unas veces por prisas, otras porque voy absorta en mis pensamientos y otras porque miro sin mirar. Ayer realicé una pequeña excursión con unos amigos, con guía incluido, que muy pacientemente nos contó muchas anécdotas, historias y leyendas  referente a las calles y edificios que se encuentran en la ciudad. Nos contó bellas historias sobre la antigua Fábrica de Tabaco ( ahora Universidad de Sevilla ).
Fachada antigua Fábrida de Tabacos
Rodeamos la catedral y observamos los detalles de algunas de sus puertas, visitamos Santa Cruz, nos asomamos a Triana.
Vista de Triana
  Nos acercamos a la Alameda, y recorrimos muchas callejuelas del centro que están cargadas de historias divertidas y apasionantes. Visitamos el hospital de la Caridad, cuya iglesia nos dejó perplejos.
Hospital de la Caridad
Y también hubo tiempo para disfrutar de una gastronomía para gente con buen paladar.  Aprendí mucho en la visita, recordé cosas que había olvidado , disfruté de una compañía exquisita y sobre todo volví a mirar mi cuidad con ojos de admiración. ¡ Cuánta historia nos rodea! Si algunos muros hablaran... qué de cosas interesantes nos revelarían.  Quizás porque estoy tan acostumbrada a verlo, que a veces olvido la importancia que tienen, los años de historia, las diferentes culturas que aquí vivieron y el legado tan amplio y rico que nos dejaron. Su influencia en nuestras costumbres, en nuestro lenguaje, en nuestra forma de cocinar y en como ahora conviven los histórico con lo moderno.  Y en como algo extraordinario se convierte en algo tan cotidiano.
Una estampa cotidiana en la Plaza del Triunfo
Las setas de la Encarnación













 Me gusta recordar de vez en cuando este tipo de cosas porque me recuerda cuán pequeñita soy y  lo mucho que me queda por aprender cuando creo que ya lo he visto todo. Todos los días se aprende algo nuevo y ayer aprendí mucho sin libros ni exámenes, de la mejor manera que se pueda aprender que es paseando, escuchando y observando. 
Y qué les voy a decir yo de mi ciudad que no sepan ya... Que es bonita, que tiene un clima privilegiado ( exceptuando algunos días de verano )  que me encanta vivir aquí, que la eché mucho de menos cuando me tocó vivir fuera y que me gusta impregnarme de su aroma en cada paso que doy.
 Y qué les voy a decir, si con decir Sevilla ya  se dicen muchas cosas....


P.D. Para tod@s aquel@s que aún no conocen Sevilla y para l@s que viven aquí que la disfruten. 

martes, 13 de enero de 2015

La realidad duele...

     Duele tanto la realidad que muy a menudo pensamos en abandonar el camino, los sueños, la esperanza... Y duelen tanto las caídas que aunque evitemos no caer , la verdad es que apenas nos levantamos del suelo. Es una lucha constante , entre seguir y abandonar, luchar ó dejarnos llevar. Y por momentos nos pesa la razón, por momentos flaqueamos sin control. Y una fuerza poderosa nos arrastra hacia un agujero sin fondo, porque es más fácil dejarse llevar que luchar a contracorriente. Pero... será que me gusta correr en contra del viento que no dejo que me lleve la corriente sin más. Me niego a mirar la tierra, cuando el cielo es infinito. Y mientras tenga fuerzas para caminar hacia adelante, las caídas me servirán de impulso. Mientras pueda caminar, me niego a mirar atrás. Y aunque tarde más en llegar a ese lugar.... aunque tarde... lo haré . Y cuando ya no pueda caminar, sabré que lo intenté. No me quedaré con la duda de lo que pudo ser...
Y a veces es mejor soñar, que enfrentar la realidad, y pase lo que pase, no dejes que la realidad apague tus sueños, no dejes que te desvíe de tu meta. Así que, construye tu el camino y recibe de cada piedra la enseñanza que te corresponda, pero no te encariñes con ellas. Utilízalas para construir tu castillo, tu muralla, tu camino. Y cuando sientas que estás perdid@, da un ligero vistazo y mira hacia atrás para recordar desde dónde partiste y hasta dónde has llegado. Y entonces te darás cuenta que tu esfuerzo ha merecido la pena.  Cada un@ de nosotros llevamos un ritmo distinto y cada un@ tenemos distinto sino... Por ello, no sigas el camino de los demás, que cada un@ sabe a  dónde quiere llegar...