domingo, 29 de enero de 2017

El grito y la calma...

    
     Hay dos seres viviendo dentro de tí, el grito y la calma, la sonrisa y la ira. Según qué momento vives, alimentas a uno más que al otro y sin los dos, eres un ser incompleto.
 A veces no puedes controlarlos y se hace imposible convivir con los dos, pero siempre encuentras la armonía perfecta para que ambos se complementen. 
Tu lado bueno siempre esta ahí, pero nunca lo mimas. Y tu lado malo, a veces te acompaña, aunque no lo hayas invitado.
Quien te conozca, además de valorarte, debe saber, que tu ira y tu calma forman parte de tu alma. 
Que no serías tu, si tu genio y tu dulzura no formaran parte de tí. 
Debes saber, que a mí las personas que más me gustan son aquellas que muestran sus dos personalidades sin ocultar  ninguna, porque no creo en la perfección y cuanto más perfecto quieras parecer, más imperfecto te mostrarás.
Las personas son bonitas tal como son, sin aparentar. Eso me parece algo muy feo, ser lo que no eres por mostrar lo que no sientes. 
No seas un clon de la gente y muestrate tal como eres.
Las imperfecciones son más bonitas de lo que crees.
Deja la perfección para los ingenuos, tu eres más inteligente que todo eso. 
Se tú...se imperfecto. Se grito y calma, paz y alboroto, rabia y dulzura... Se lo que quieras ser, pero siempre siendo tú mismo...

domingo, 22 de enero de 2017

Calor en el alma...


    Yo sé que te gusta sentir calor en el alma... pero  te da miedo quemarte.  Y eso es muy de cobardes, eso es muy de hoy en día, se llama "salir corriendo". No te "pringas" para no sentir más allá de lo permitido. No te involucras para no atarte más de lo debido. Pero vuelves una y otra vez a ese fuego que te quema, y que cada vez que intentas apagar, arde con más fuerza. 
Yo sé que tienes cosquillas en el corazón y unas mariposas que vuelan por tu ombligo sin rumbo fijo, porque el GPS ya no funciona con ellas. Yo también las tuve y las engañé para que no murieran en la hoguera, pero solo las despité... ellas viven, veo como vuelan. 
Yo también he oído el ruido que sale de tu cabeza, porque solo la gente como yo puede oirlo.
Yo también juré una y otra vez... y mil veces más... y volví otras cuantas, hasta perder la cuenta.
Yo también conozco ese lugar extraño donde pelean la razón y el desengaño. Y conozco ese lugar con encanto donde siempre vuelves cuando no te hallas...
 Y también sé que tienes un cajón de recuerdos imborrables que solo abres los días nublados, y que añoras al destaparlos. 
Yo también sé que eres como los demás, no tan diferente...
Y no es nada malo, simplemente eres humano.
Aunque no quieras, aunque no te guste reconocer, que el carlor en el alma, siempre es necesario...

domingo, 15 de enero de 2017

Vive el momento...

   
  Un día te levantas y te das cuenta  que todo cuanto te rodea está desordenado. Tienes el pelo alborotado, el corazón y la vida en general. Y despiertas con el firme propósito de poner orden en ese caos. Pones empeño, mucho esfuerzo, pero no es suficiente, porque ese caos no depende solo de tí. En ese momento, te sientas, piensas, repiensas y vuelves a mirar a tu alrededor. No es desorden lo que te rodea, es simplemente vida. Porque la vida es eso, es orden y caos a la vez, es alegría y tristeza, es baile y melodía, es luz y sombra. Solo la vida te enseña a levantarte, aunque antes hayas tenido que caer. Solo la vida te lleva por caminos desiertos para que cuando encuentres uno bello, sepas apreciarlo bien. Son enseñanzas, son momentos, son risas, son viajes, son abrazos, son secretos, son palabras, son miradas... son tantas cosas como quieras. Porque la vida es así de caprichosa, te lleva por donde quiere, no por donde tu quisieras. Y aunque no te guste saltar en los charcos, alguna vez tendrás que hacerlo porque sino la vida te hará caer de pleno en ello. Hay tantas cosas que no queremos... pero solo la vida sabe nuestro sendero. No aplaces tus sueños, hoy y ahora es un buen momento. Si lo piensas bien, siempre habrá un impedimento. Así que de vez en cuando, déjate llevar y vive el momento... 

P.D. La vida no espera...