domingo, 19 de junio de 2016

Excusas...

      No me gustan las excusas, me gusta la claridad. No me digas que no tienes tiempo,  dime que no te apetece, que tienes algo más importante que hacer que gastar tu tiempo conmigo, pero no me mientas.
Tal vez tus prioridades sean distintas a las mías, pero no me pongas excusas porque yo las inventé. 
No malgastes tu tiempo, tu vida, tus sueños y tus aventuras por una simple excusa... Que en la cara se nota la angustia y la mentira se huele de lejos.
No me pongas excusas que a ciertas edades hacen más daño que la cruda verdad.
Si eres fuerte para excusarte, sé valiente para decir la verdad. 
Porque las excusas son las hermanas pequeñas de la mentira y estas tienen una corta vida.
Ya no dispongo de tiempo para malgastar, el que me queda quiero vivirlo intensamente, así que... no me pongas excusas que vuelan en el aire como las palabras bailan al viento.
Si de verdad te interesa, buscarás el momento oportuno auque no pueda ser de inmediato, pero, no me pongas excusas que ya me cansé de palabras bonitas que adornan el momento para volverlo amargo.
No me pongas excusas, que si quieres puedes y si te atreves lo consigues.
No te mientas a tí mismo, que las excusas son un reto que la vida te pone, no caigas en la trampa. 
Puedes crear excusas o puedes crear ese cambio 
Encuentra el tiempo, rescata las ganas y olvida las excusas.
Y recuerda que el miedo es la excusa para no intentarlo....

domingo, 12 de junio de 2016

Como zombies...


     Caminamos tan absortos en nuestros pensamientos que no vemos más allá de nuestras propias narices. Sorteamos los obstáculos como zombies encantandos por alguna extrañana melodía que nos empuja a caminar sin ver, a avanzar sin oír , a actuar sin pensar....
     Nos miramos en los espejos de los escaparates sin reparar en lo que ofertan o en lo que proyectan. Solo vemos nuestra imagen.
     Caminamos cabizbajos o mirando el cielo, sin cruzar a penas la mirada de aquellos con quienes nos cruzamos. ¿Dónde quedó la educación?
     Siempre llevamos prisa y no nos paramos a contemplar el paisaje, nos quejamos de los cambios que no apreciamos y el reloj apremia a cada paso que damos.
     Hacemos oídos sordos a lo que no nos interesa, ¿Dónde quedó nuestra conciencia? 
    A veces creo que cada día se pierden un poco los grandes valores , aquellos que nos hacen auténticos y verdaderos. 
    Nos dejamos llevar por un mundo que nos arrastra a un abismo sin piedad y dejamos escapar los pequeños placeres que nos hacen disfrutar.
     ¿Cúanto hace que no vives dependiendo del reloj? ¿Cúando fue la última vez que contemplaste un atardecer?  
     Nunca tenemos tiempo y cuando lo tenemos no sabemos qué hacer... 
    Tenemos que volver a recuperar la riendas de nuestras vidas, antes de que esta vida nos arrastre como a zombies perdidos dentro de un laberinto....