viernes, 31 de octubre de 2014

La honradez...

  Hoy os traigo un pequeño cuento sobre la honradez ,  una virtud tan escasa en los tiempos que corren... del libro : "  La Culpa Es De La Vaca " 
 

Se cuenta que en la China antigua, un príncipe estaba próximo a ser coronado emperador, pero, de acuerdo con la ley, debía casarse antes de la ceremonia. El príncipe decidió hacer un concurso entre las muchachas de la corte para ver quién sería digna de su propuesta. Al día siguiente, anunció que recibiría en una celebración especial a todas las pretendientes y lanzaría un desafío.

Una anciana que servía en el palacio escuchó los comentarios sobre los preparativos, y sintió una leve tristeza porque sabía que su joven nieta tenía un profundo sentimiento de amor por el príncipe. Al llegar a la casa y contarle el plan del príncipe, se asombró de saber que ella quería ir a la celebración. Sin poder creerlo le preguntó:

—   ¿Hija mía, que vas a hacer? Todas las muchachas más bellas y prósperas de la corte estarán allí. Sácate esa idea insensata de la cabeza. Sé que debes estar sufriendo, pero no hagas que el sufrimiento se vuelva locura.
Y la nieta respondió:

—   No, querida abuela, no estoy sufriendo y tampoco estoy loca. Yo sé que jamás seré escogida, pero es mi oportunidad de estar por lo menos por algunos momentos cerca del príncipe. Esto me hará feliz.

Llegada la noche, la joven llegó al palacio. Allí estaban todas las muchachas más bellas, con las más hermosas prendas, las más lindas joyas y las más determinadas intenciones de ganarse el favor del príncipe.

El joven príncipe anunció el desafío:

—   Daré a cada una de ustedes una semilla. Aquella que me traiga la flor más bella dentro de seis meses será escogida por mí como mi esposa y futura emperatriz de China.

El tiempo pasó y la dulce joven, aunque no tenía mucha habilidad en las artes de la jardinería, cuidaba con mucha paciencia y ternura de su semilla. Pasaron tres meses y nada brotaba. La joven intentó todos los métodos que conocía pero resultaron infructuosos. Cada día veía más lejos su sueño, pero su amor era aún más profundo. Al finalizar los seis meses nada había brotado. No obstante, consciente de su esfuerzo y dedicación pero sin posibilidades de ganar, la muchacha le comunicó a su abuela que regresaría al palacio en la fecha y hora acordadas sólo para estar cerca del príncipe por unos momentos.

A la hora señalada ella estaba allí, con su jarro lleno de tierra y sin flores, feliz por ver el hermoso rostro de su amado. Todas las otras pretendientes llevaban en sus macetas flores en las más variadas formas y colores. El príncipe observó a cada una de las pretendientes con mucho cuidado y atención. Después de verlas a todas, una a una, anunció su conclusión: aquella bella joven con su jarro sin flores sería su futura esposa.

Todos los presentes emitieron un gesto de sorpresa. Como nadie entendía por qué razón el príncipe había escogido justamente a la chica que no había presentado ninguna flor, explicó:

—   Esta joven   —  dijo el soberano  —   cultivó una flor que la hace digna de convertirse en Emperatriz: la flor de la honestidad. Todas las semillas que entregué eran estériles.

MORALEJA

La honradez es aplicable en cualquier campo y aspecto de nuestra vida. 
 
¿Es que el amor y la honestidad van juntos?

¿Qué necesidad existe de aparentar  lo que no somos y lo que no tenemos?

¿Qué le demostró la chica a las demás competidoras?

miércoles, 15 de octubre de 2014

Gotas de colores ....

  
  Hay muchos caminos esperando ser descubiertos, no te aferres solo a uno porque existen muchos comienzos.
No busques en tu desgracia la excusa para caer, ni busques en tu desánimo la oportunidad de retroceder.
No te adelantes a lo que está por llegar  , da ese paso aunque te cueste avanzar.
Busca con tu mirada lo que deseas encontrar y sigue adelante aunque no veas el final.
De todo lo malo intenta aprender y en lo bueno , aplícalo bien.
No construyas obstáculos en tu mente , que la vida ya se encarga de llevarte por donde quiere.
No es malo llorar si te vas a desahogar, pero no te acostumbres a hacerlo sin más...
Busca en el camino lo que quieres encontrar y aparta las piedras que te vayan a estorbar.
No te encariñes con la tristeza que es mala consejera y le encanta pintar ojeras en los rostros que se dejan.
Comienza a mirar el mundo con otra perspectiva y no dejes que la nostalgia se adueñe de tu vida.
Añade una sonrisa como ingrediente en tu vida y no dejes que pase el tiempo sin haberte reído en cada momento.
Muéstrale al mundo por qué estás aquí y si no lo has descubierto, comienza a creer en tí.
Piensa que la vida no es más que una enseñanza y la tienes que aplicar en cada paso que avanzas.
Sé que es difícil salir del túnel cuando no hay una luz que alumbre, pero recuerda que sin oscuridad las estrellas no podrían brillar.
No busques más excusas y descubre en cada día los colores de la vida.
No tienes por qué hacerlo sol@, busca una mano amiga que te ayude a sostener los colores, porque tú eres el lienzo que se impregna cada día de la magia de un regalo que nos dieron por VIDA !!! 
No vivas tu vida en blanco y negro, que existen muchos colores aunque no quieras verlo...





jueves, 9 de octubre de 2014

El paquete de galletas...




Hoy os traigo un cuento para pensar, con moraleja incluida, se llama : El paquete de galletas. Seguramente lo habréis oído alguna vez, pero, nunca está de más recordarlo. Debemos aprender a no juzgar a los demás y a controlar la verdad que creemos soberana. Y sobre todo, a ponernos de vez en cuando en el lugar de los demás y no creernos superior a nadie porque la humildad también forma parte de nosotros y nos hace mejor personas. Así que piena bien antes de señalar.....  Espero os guste la historia y sobre todo que os haga pensar, pues es de lo que se trata.

Había una vez una señora que debía viajar en tren.
 

Cuando la señora llegó a la estación, le informaron de que su tren se retrasaría aproximadamente una hora. Un poco fastidiada, se compró una revista, un paquete de galletas y una botella de agua. Buscó un banco en el andén central y se sentó, preparada para la espera.

 

Mientras ojeaba la revista, un joven se sentó a su lado y comenzó a leer un diario. De pronto, sin decir una sola palabra, estiró la mano, tomó el paquete de galletas, lo abrió y comenzó a comer. La señora se molestó un poco; no quería ser grosera pero tampoco hacer de cuenta que nada había pasado. Así que, con un gesto exagerado, tomó el paquete, sacó una galleta y se la comió mirando fijamente al joven.

 

Como respuesta, el joven tomó otra galleta y, mirando a la señora a los ojos y sonriendo, se la llevó a la boca. Ya enojada, ella cogió otra galleta y, con ostensibles señales de fastidio, se la comió mirándolo fijamente.

 

El diálogo de miradas y sonrisas continuó entre galleta y galleta. La señora estaba cada vez más irritada, y el muchacho cada vez más sonriente. Finalmente, ella se dio cuenta de que sólo quedaba una galleta, y pensó: "No podrá ser tan caradura" mientras miraba alternativamente al joven y al paquete. Con mucha calma el joven alargó la mano, tomó la galleta y la partió en dos. Con un gesto amable, le ofreció la mitad a su compañera de banco.

 

-¡Gracias! -dijo ella tomando con rudeza el trozo de galleta.

 

-De nada -contestó el joven sonriendo, mientras comía su mitad.

 

Entonces el tren anunció su partida. La señora se levantó furiosa del banco y subió a su vagón. Desde la ventanilla, vio al muchacho todavía sentado en el andén y pensó: "¡Qué insolente y mal educado! ¡Qué será de nuestro mundo!" De pronto sintió la boca reseca por el disgusto. Abrió su bolso para sacar la botella de agua y se quedó estupefacta cuando encontró allí su paquete de galletas intacto.
Moraleja : 



Cuántas veces nuestros prejuicios y decisiones apresuradas nos hacen valorar erróneamente a los demás y cometer graves equivocaciones. 
Cuántas veces la desconfianza, ya instalada en nosotros, hace que juzguemos arbitrariamente a las personas y las situaciones, encasillándolas en ideas preconcebidas alejadas de la realidad.
 
Por lo general nos inquietamos por eventos que no son reales y nos atormentamos con problemas que tal vez nunca van a ocurrir.