domingo, 27 de octubre de 2013

Don Juan Tenorio Próximamente...


   A veces , cuando crees que lo has visto todo , te encuentras algo que realmente te sorprende.
Un Sábado , como otro cualquiera , te acercas a ver una obra de teatro la cual ya has leído y oído hablar de sus más famosos personajes. Lo vives con cierta predisposición , hasta que la obra comienza y te das cuenta de lo equivocado que estabas...
El director que da vueltas y voces de un lado a otro. En el teatro, por si acaso , nadie se atreve ni a toser. Y poco a poco te metes en la obra dejándote llevar por la voz potente y cautivadora de un Tenorio capaz de meterse a todo el público en el bolsillo. Una Doña Inés dulce , muy dulce y un elenco de personajes que aparece y desaparece creando cada vez más expectación. Entonces , poco a poco te relajas en la butaca y te ríes , y te ríes mucho y te emocionas y Don Juan , personaje cautivador donde los haya, te lleva a su terreno consiguiendo que tu alma en ese momento penda de un hilo. 

La obra termina , el público se pone de pie y aplaude y aplaude y aplaude , no queriendo que tal obra de arte termine. Y con ese buen sabor, aún en una nube de alegre romanticismo , te alejas del teatro creyendo ver a cada paso a un Don Juan enamorado...Entonces la poesía se apodera de tí y no dejas de repetir : - ¿ Qué ha pasado aquí ? Volvería una y mil veces más a disfrutar de ésta obra singular que , sin querer me ha llevado al terreno de dicho Hidalgo...Larga vida a ésta obra que se ha ganado mi zozobra !! ¿ No es verdad ángel de amor....?





P.D. Aún estáis a tiempo de verla en la Fundación Cajasol , C/ Laraña, en Sevilla.  A cargo de la compañía Ede Teatro. Hacedme caso !!






























jueves, 24 de octubre de 2013

Hablemos de Educación !!!

     No suelo hacer este tipo de relatos en este blog, pero hoy haré una excepción ,  porque  , ¡¡¡ La sangre me hierve !!!  




A quién corresponda: 


     De pequeña me contaba mi padre, que él no pudo estudiar por falta de medios. Eran muchas bocas que alimentar y había muy pocos recursos. Así que, desde muy pequeño se puso a trabajar junto a sus hermanos para poder subsistir. Aquello que entonces era un relato, lo estamos viviendo de nuevo en un país que se les está yendo de las manos... ¡ Uy, perdón ! que se les ha ido de las manos... Me pregunto si los señores gobernantes, no ven las noticias, si no leen la prensa ó si no observan la amargura y desesperación que se refleja en las caras de los ciudadanos. 
Todos los días cambiamos el avatar por un lacito de distinto color y ahora le ha tocado el turno a la educación. Una educación que deja mucho que desear. ¿ No se han dado cuenta que los que ahora son niños, mañana serán los adultos que saquen adelante lo que quede de éste país ? Y digo lo que quede porque, poco les estamos dejando con tanto cerrar fábricas y empresas y llevándolas al extranjero. La mayoría emigraremos porque, aquí ya no hay futuro. Tan sólo vivirán los hijos de los ricos, que sin duda estudiarán, pero, de poco les servirá porque, sin empresas, ni fábricas , ni subordinados ( que se hallarán buscándose las habichuelas lejos de éste país ) poco podrán hacer... 
Y cuando tenga hijos y me pregunten : - Mamá, ¿ Por qué te fuiste de tu tierra ? - Entonces le contestaré :
- porque había unos señores que se creían muy inteligentes de traje y corbata que se lavaban las manos cuando el pueblo protestaba, llegando éstos a quedarse afónicos de tanto protestar. 
Ó tal vez le diga que, esos señores robaban y nunca devolvían ese dinero y aún así vivían a cuerpo de Rey. Ó tal vez le diga que preferían mirar hacia otro lado antes que afrontar una realidad que no quisieron arreglar. Tal vez le diga también que, el poco dinero que había.. desaparecía y no invertían ni en educación, ni en sanidad y que echaban a la gente a la calle mientras que las casas se apilaban vacías. Y que así nos convertimos en lo que siempre fuimos, en " los paletos de Europa ", porque, aunque había profesores cualificados y médicos más que preparados, éstos solo se podían ver en la cola del paro. 
Leí hace poco que, la historia es cíclica y vaya que si lo es. Ya no nos reiremos más de aquella película de Alfredo Landa, la de " Vente a Alemania Pepe " , porque se ha convertido en una triste realidad. Y toda una generación de jóvenes y no tan jóvenes, pero en definitiva " gente brillante " y con ganas de comerse el mundo, tienen que emigar, porque, aquí No hay futuro  y los que pueden remediarlo no hacen nada. Yo no entiendo de política y probablemente de otras cosas tampoco, pero no se me escapa al entedimiento que los políticos sólo se pelean entre sí, mandándose insultos los unos a los otros mientras que el país está de " mierda " hasta el cuello.
¡ Hagan algo ! ¡ Lo que sea ! pero, ¡  háganlo ! Y devuélvannos la educación que una vez tuvimos, la sanidad de la que una vez presumimos , devuélvannos la " dignidad ". 


                                                           Atentamente, 

                                                           Una ciudadana cabreada. 

martes, 22 de octubre de 2013

LA PEQUEÑA LUCIÉRNAGA ....

      Aunque el día y el ánimo se tiñan de color gris,  debemos seguir avanzando y pensando en positivo. Hoy os recuerdo éste precioso  cuento Tailandés. Dedicado a todos aquellos que no estéis pasando por un buen momento y cuya moraleja no debemos olvidar .  Dice así:


Había una vez una comunidad de luciérnagas que habitaba el interior de un gigantesco lampati, uno de los árboles más majestuosos y antiguos de Tailandia. Cada noche, cuando todo se volvía oscuro y apenas se escuchaba el leve murmurar de un cercano río, todas las luciérnagas salían del árbol para mostrar al mundo sus maravillosos destellos. Jugaban a hacer figuras
con sus luces, bailando al son de una música inventada para crear un sinfín de centelleos luminosos más resplandeciente que cualquier espectáculo de fuegos artificiales.

Pero entre todas las luciérnagas del lampati había una muy pequeñita a la que no le gustaba salir a volar.

- No, hoy tampoco quiero salir a volar -decía todos los días la pequeña luciérnaga-. Id vosotros que yo estoy muy bien aquí en casita.

Tanto sus padres como sus abuelos, hermanos y amigos esperaban con ilusión la llegada del anochecer para salir de casa y brillar en la oscuridad. Se divertían tanto que no comprendían por qué la pequeña luciérnaga no les quería acompañar. Le insistían una y otra vez, pero no había manera de convencerla. La pequeña luciérnaga siempre se negaba.

-¡Que no quiero salir afuera! -repetía una y otra vez-. ¡Mira que sois pesados!
Toda la colonia de luciérnagas estaba muy preocupada por su pequeña compañera.
-Tenemos que hacer algo -se quejaba su madre-. No puede ser que siempre se quede sola en casa sin salir con nosotros.

-No te preocupes, mujer -la consolaba el padre-. Ya verás como cualquier día de estos sale a volar con nosotros.

Pero los días pasaban y pasaban y la pequeña luciérnaga seguía encerrada en su cuarto.

Una noche, cuando todas las luciérnagas habían salido a volar, la abuela de la pequeña se le acercó y le preguntó con mucha delicadeza:
-¿Qué es lo que ocurre, mi pequeña? ¿Por qué no quieres venir nunca con nosotros a brillar en la oscuridad?

-Es que no me gusta volar-, respondió la pequeña luciérnaga.
-Pero, ¿por qué no te gusta volar ni mostrar tu maravillosa luz? -insistió la abuela luciérnaga.

-Pues… -explicó al fin la pequeña luciérnaga-. Es que para qué voy a salir si nunca podré brillar tanto como la luna. La luna es grande, y muy brillante, y yo a su lado no soy nada. Soy tan diminuta que en comparación parezco una simple chispita. Por eso siempre me quedo en casa, porque nunca podré brillar tanto como la luna.

La abuela había escuchado con atención las razones de su nieta, y le contestó:
-¡Ay, mi niña! hay una cosa de la luna que debería saber y, visto lo visto, desconoces. Si al menos salieras de vez en cuando, lo habrías descubierto, pero como siempre te quedas en el árbol, pues no lo sabes.

-¿Qué es lo que he de saber y no sé? -preguntó con impaciencia la pequeña luciérnaga.
-Tienes que saber que la luna no tiene la misma luz todas las noches -le contestó la abuela-. La luna es tan variable que cada día es diferente. Hay días en los que es grande y majestuosa como una pelota, y brilla sin cesar en el cielo. Pero hay otros días en los que se esconde, su brillo desaparece y el mundo se queda completamente a oscuras.

-¿De veras hay noches en las que la luna no sale? -preguntó sorprendida la pequeña luciérnaga.

-Así es -le confirmó la abuela. La luna es muy cambiante. A veces crece y a veces se hace pequeñita. Hay noches en las que es grande y roja y otras en las que desaparece detrás de las nubes. En cambio tú, mi niña, siempre brillarás con la misma fuerza y siempre lo harás con tu propia luz.

La pequeña luciérnaga estaba asombrada ante tal descubrimiento. Nunca se había imaginado que la luna pudiese cambiar y que brillase o se escondiese según los días.

Y a partir de aquel día, la pequeña luciérnaga decidió salir a volar y a bailar con su familia y sus amigos. Así fue como nuestra pequeña amiguita aprendió que cada uno tiene sus cualidades y por tanto, cada uno debe brillar con su propia luz.

lunes, 21 de octubre de 2013

La lista de Peter Pan...


   ¿Cuánto hace que Peter Pan te ha borrado de su lista ?
No, no lo permitas. No dejes que muera tu niño interior, que no se convierta en una vulgar quimera. 
No dejes que vuelva a pasar otro día y sus tristezas sin haber sacado a pasear tu niño interior y sus proezas. 
No te avergüences y muestra de nuevo aquellas ilusiones muertas que un día olvidaste en el cajón de las promesas. 
¿ Es que ya no te acuerdas de cuando volabas en los sueños siendo tan solo una silueta ? 
No dejes que mueran todas aquellas ilusiones que la luna guarda en su maleta. 
No dejes de mirar las estrellas que aún vuelan los sueños en el brillo de los cometas. 
Vuelve a saltar y a mirar con ilusión, que la vida son dos días y un café y aún tenemos tiempo para volver a creer en el niño que somos y no quiere crecer. 
Recuerda siempre que un columpio te espera para llevarte a donde quieras...









jueves, 17 de octubre de 2013

Complicaciones...

     A veces nos complicamos la vida nosotros mismos. Unas por hablar demasiado y otras... por no soltar ni una palabra. Y cuando vemos el final, siempre pensamos : - Pues al final no ha sido tán difícil. Pero, mientras estábamos en el camino, no veíamos ese final.  Y siempre hay un amigo optimista que lo ve todo de color de rosa, luego está el pesimista que lo vé todo muy negro y luego estamos nosotros, que a veces no sabemos para dónde tirar. Pero, como la experiencia es un grado y de los fracasos aprendemos y siempre estamos dispuestos a aprender, mejor tomarnos las cosas con calma aunque no sepamos muy bien cómo mantener " la calma". 
Y la de veces que hemos dicho " No me vuelve a pasar otra vez" y nos pasa, y tropezamos una y otra vez en la misma piedra. Hasta que un día la piedra desaparece y nos aparece una sonrisilla tonta en el rostro. Pero nada mejor que una buena complicación para poner a prueba nuestra astucia y templanza. Y si no eres de complicarte, ya habrá alguien que te complique !! 

martes, 1 de octubre de 2013

De pequeños retales...

   
Estamos hechos de relatos, de pequeños momentos y grandes decepciones. Estamos compuestos de historias, las vividas y las soñadas. Somos todas esas canciones , bailes  y juegos y todos esos recuerdos. Estamos hechos de personas, de las que están y de las que se fueron. Estamos hechos de sentimientos, los que damos y los que guardamos. Somos a veces sufrimiento, de lo que vivimos e inventamos . Somos un mapa guardando un tesoro. Estamos hechos de retales de sentimientos que poco a poco hilbanamos para seguir viviendo. Estamos hechos de tropiezos, curas de espanto, de noches en vela y de grandes secretos. Estamos hechos de aromas, de lugares y encuentros...