domingo, 19 de marzo de 2017

La bestia que llevas dentro...

    
Comienza la película, se oyen risas nerviosas, las palomitas van al suelo, - uy... ésto lo subo a face, instagram y lo comento en el grupo... tía, tía, tía, qué fuerte.... -  Eso me hace caer en la cuenta que yo también tuve 15 años, con la diferencia que no existía internet... Me apiado de las chicas, las comprendo y las miro con nostalgia.
Ya salen los anuncios, ¡bien!  son poquitos.
Ya comienza la película y me dejo llevar por su magia. 
No es un cuento de hadas cualquiera, pues, recrea a la perfección el interior de las personas.
Porque dentro de nosotros se esconde una bestia que tiene que convivir con una bella. El lado bestia es fácil airearlo, el lado de bella cuesta más reconocerlo.
Nos identificamos por la forma en que tenemos de mostrarlo. Algunos son más bella que bestia y otros al contrario.
Este cuento de hadas no está tan lejos de la realidad, porque nosotros también nos dejamos llevar por las apariencias, y llamamos "peculiares" a aquellos que son distintos a nosotros, sin que ello signifique que eso sea mejor o peor.
¿Quién no conoce al galán guapo y adulador? ¿Quién no conoce al fiel pelota servidor? 
¿Quien no ha vivido bajo un hechizo difícil de superar? ¿Quién no tiene un amigo leal?
En mi cabeza se agolpan las preguntas y semejanzas, termina la película, salgo de mi ensoñación, miro alrededor, oigo el tic-tac cruel del reloj.
No estamos tan lejos de los cuentos de hadas, de las bellas y las bestias. Vivimos rodeados de un mundo mucho más cruel que el que vemos en la pantalla y no le damos tanta importancia.
Por suerte,  retenemos lo bello en la memoria y salimos del cine tarareando una hermosa melodía.
Hay adultos en la sala que han disfrutado mucho más que los niños. 
Recuerda, la vida será ... según la mires. No permitas que tu lado de bestia arruine tu vida. Tu lado de bella tiene mucho que enseñarte. 
Pero sobre todo,   ¡¡¡no te olvides de ser feliz!!!



domingo, 5 de marzo de 2017

Intenciones...


 
    No era la primera vez que lo intetaba, había fallado tantas veces, que ni ella estaba segura de si esa era la definitiva. Se privó de tantas cosas para lograr su objetivo, que a veces hasta dudaba de si merecería la pena seguir adelante. Quizás, sea otro fracaso más, o quizás no. Ella misma se preguntaba y se contestaba a la vez. Algunos la animaban, otros la empujaban hacia la más oscura de las dudas. Y ahí estaba ella, con su ímpetu inquebrantable, esquivando las dudas que por días le surgían de si seguir o no adelante, de si plantarse o no en ese instante. 
El día que lo logró, perdió la cuenta del tiempo que llevaba intentándolo, pero, lo que en ese momento pensaba era que lo había conseguido, que su esfuerzo había merecido la pena. Estaba orgullosa por no haberse plantado en mitad del camino, con lo fácil que hubiera sido. Y aunque ese día todo eran aplausos, también recordaba las palabras de aquellos que intentaron hundirla en el camino. Todo aquello le sirvió para fortalecerse, de lo bueno y de lo malo, y creció como persona sin obsesionarse con su objetivo. Solo eso la salvó para afrontar los días.

MORALEJA: Todo el mundo es muy buen consejero sin ponerse en tu piel. Todos aconsejan sin haber pasado por la experiencia. Y todos dirán: - Te lo dije - y se atribuirán tus logros. No te fíes de los aduladores, ni confíes en aquellos que siempre te den la razón. Escucha, observa y haz lo que creas mejor. Si te equivocas asúmelo, levántate, sacúdete y vuelta a empezar. Que de todos los intentos aprenderás. No te creas nunca ni sólo, ni débil.
Como dice un dicho muy famoso: Si te equivocas, enhorabuena, es porque lo estás intentando. 

Un abrazo a todos aquellos que se enfrentan a su objetivo día a día, sea lo que sea !!!