A veces... el pasado toca de nuevo nuestra puerta. Dudamos si abrir o no abrir esa puerta que de repente se vuelve dudosa.
Sin darnos cuenta, dejamos atrás situaciones inacavadas que con el tiempo se nos olvidan. Pero, el tiempo que es sabio, regresa de manera sutil para recordarnos que aquello debe acabar.
Y en ese momento nos planteamos que puede ser beneficioso si jugamos bien las cartas, o en cambio puede ser doloroso si seguimos en el mismo camino.
¿ Por qué nos costará tanto dar el paso para ciertas cosas ?
¿ Por qué un olor nos transporta en cuestión de segundos a otro lugar ?
¿ Por qué una imagen nos devuelve un sentimiento ?
¿ Por qué una canción nos dibuja una sonrisa ?
Porque a veces es la única forma que tiene el pasado de hacerse notar y recordarte que una vez estuviste ahí...
Es una manera de recordar por qué somos como somos o por qué nos convertimos en lo que somos.
Y aunque siempre debamos seguir adelante, el pasado será ese libro que consultar, ese libro que escribimos cada día de nuestras vidas para ver nuestros errores o nuestros aciertos...
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